MANIOBRA DE KRISTELLER
La maniobra de Kristeller consiste en presionar el fondo del útero durante la segunda fase del parto, entre 5-8 segundos de forma sincronizada con la contracción uterina, con el fin de facilitar el avance final y la expulsión de la cabeza fetal.
Recientemente la Asociación El Parto es Nuestro ha publicado unos datos dando respuesta a su campaña StopKristeller. Mediante un pequeño estudio cuantitativo descriptivo y un análisis cualitativo de testimonios de mujeres que dieron a luz entre 1975 y 2013, ponen de manifiesto que continúa siendo una práctica prevalente en España.
La OMS en su libro “Cuidados en el parto normal: una guía práctica” de 1996, ya la recomendaba con un grado de evidencia C. Los estudios no estaban claros, por lo que había que utilizarla con cautela hasta nuevas investigaciones.
En el año 2010, en España, el Ministerio de Sanidad y Política social, en su “Guía de Práctica Clínica sobre atención al Parto Normal”, recomendó NO realizar la maniobra de Kristeller, afirmando que no incrementa la tasa de partos vaginales espontáneos ni reduce la tasa de parto instrumental, y que es ineficaz en la disminución de la duración del expulsivo.
Publicaciones recientes la asocian con un aumento de la tasa de episiotomías y desgarros de segundo y tercer grado, dolor perineal, dispareunia y aumento de los ingresos neonatales. El Parto es Nuestro añade que existe falta de información y consentimiento previo, a demás de considerarla una experiencia traumática para la mayoría de las mujeres.
Aunque la evidencia científica sobre el tema continúa siendo escasa, se trata de un factor de riesgo de morbilidad materna y fetal por lo que la Asociación de Matronas de Madrid, anima a los profesionales a erradicar esta práctica.